¿Mi hijo realmente es de baja estatura?
Es una pregunta muy común entre los padres, sobre todo cuando ven que su hijo es más pequeño que sus compañeros, ¿pero realmente es un niño bajito?
Según los pediatras, un niño es bajito cuando su talla está por debajo del percentil 3 de las curvas para la edad, sexo y grupo étnico.
Además, este dato nunca se valora sólo una vez, hay que verlo a lo largo de los años, al igual que la velocidad de crecimiento que se mide en cm/año. Pero para calcularla el intervalo ideal de observación es como mínimo 1 año.
Para determinar si un niño tiene un problema de crecimiento, primero es necesario evaluar otros aspectos. Si se confirma que nuestro niño está por debajo del percentil 3 y/o que su velocidad de crecimiento es baja, se inicia un estudio.
En primer lugar se debe saber cuál es la talla de los padres, porque el componente hereditario es muy importante. Y en segundo lugar se pide una edad ósea para poder comparar el grado de desarrollo de los huesos con la edad cronológica de los niños.
Por ejemplo, si un niño tiene 14 años y su edad ósea es de 14 años quiere decir que hay pocas posibilidades de que mejore esa talla. En cambio, si la edad ósea es de 11 años, el niño crecerá en altura más de lo previsto para su edad real y podrá dar un estirón mas adelante.
Lo normal es que la edad ósea sea igual que la edad cronológica. Ciertas enfermedades crónicas pueden retrasar la edad ósea. También hay otras que la adelantan.